Por si no fuera poco con la que nos está cayendo con el dichoso Covid, los gobernantes –y no sólo los nuestros– se quieren encargar de poner a los ciudadanos las cosas todavía mucho más complicadas. Por un lado, nuestros queridos mandatarios europeos –que llevan prometiendo desde hace un año ayudas para superar los estragos económicos causados por la pandemia pero que de momento, ni aparecen, ni se le esperan–, siguen negociando en Bruselas, y por supuesto, cobrando sus fabulosas dietas aunque por allí ni aparezcan.
Hace unas semanas decía Spain is different y hoy me vuelvo a reafirmar en lo dicho. El estado de alarma se acabó en España ante la inoperancia de nuestros políticos; todos ellos, del primero al último, me da igual el color. Nadie ha sido capaz de plantear una alternativa al mismo después de año y pico de pandemia.
A muchos no les sonará éste nombre, a otros muchos seguidores de las nuevas músicas, es simplemente una referencia, hablar de Constance Mary Demby, más conocida como Constance Demby, es hablar de uno de los nombres más representativos de la llamada música New Age,
Da la sensación de que en España vamos por libre. Que no estamos viviendo la mayor crisis sanitaria de éste siglo y que, probablemente, acabe causando la mayor crisis económica hasta el momento porque, si seguimos así, la crisis de las subprime va a ser una broma en comparación con la crisis del Covid.
Son de Vigo y vuelven a publicar un estupendo disco: 'Ultratumba'. Su sonido es denso, profundo y oscuro. La voz es la narradora perfecta para esta banda sonora electrónica que parece salida del interior de una casa encantada, llena de humedad y musgo. Los dos elementos (música y voz) coinciden en un punto: el hipnotismo. Gran trabajo del dúo Traje de Saliva.
Hace unos días, escuchando un disco del compositor austríaco Gandalf (la verdad, es que si buscáis una foto de él, podréis encontrar semejanzas con el personaje del mismo nombre del Señor de los Anillos), me vino a la mente la frase que pronunciaba dicho personaje en una de las escenas dirigiéndose a los demás miembros que estaban surcando con él la aventura. Eso mismo nos lo deberíamos de decir a nosotros mismos con todo lo que está cayendo en nuestro país.
Por fin se ha terminado el 2020, el año del coronavirus, el años que ha cambiado nuestras vidas, que ha transformado nuestra sociedad, sobre todo, en un país como España, acostumbrado a una gran vida social, a salir por la noche hasta la hora que nos dea la gana, a besos y abrazos. De pronto, nos hemos encontrado que todo eso ahora está prohibido, hemos pasado de la más abosluta libertad al control de nuestras vidas, a las restricciones que sólo los padres de algunos y los abuelos de muchos vivieron, a tener un toque de queda y vivir un estado de alarma en pleno siglo XXI.
Cada vez me pregunto más, si realmente somos dueños de algo. Si uno se pone a analizar el día a día no acaba de quedar claro. Sin lugar a dudas, vivimos en un mundo capitalista donde lo que se fomenta es el consumo y cuanto más, mejor, de ahí la famosa obsolescencia programada, que nos obliga a estar cambiando cada poco tiempo nuestros aparatos electrónicos.
Ante todo señalar que, con éste comentario, no es mi intención ofender a ningún ciclista ni mucho menos. Tengo buenos amigos que en su tiempo de ocio cogen la bicicleta y, yo mismo, hace muchos años también la utilicé (espero que sea cierto lo que dicen de que nunca se olvida lo de montar en bicicleta, que hace ya tantos años que no subo en una que no lo tengo yo muy claro...), pero es que a veces se miran situaciones en nuestra calles que me hacen pensar.
Cuando estoy escribiendo estas letras, en nuestra tierra todavía siguen vigentes las restricciones provocadas por la pandemia del Covid. Las mismas que provocan que ciertas localidades estén confinadas sin que la población pueda salir o entrar de ellas, salvo por causas justificadas, y que los negocios de restauración sigan cerrados al público salvo para servicios de recogida o entrega a domicilio.
Hablar de Diego Vasallo, no es hablar de una parte de Duncan Dhu, es hablar de una parte muy importante del Pop en España. Del Pop, de la electrónica (Cabaret Pop) y ahora del rock de raíz. Dicho de otro modo, es hablar de una mente inquieta pero siempre llena de buenas ideas (y canciones). Charlamos con él.
En estos días, lo más fácil sería hablar del coranavirus y alguno, al leer el título, podría pensar que queríamos hablar del mismo y entrar en la dinámica de las teorías conspiranoicas en las que, algunos nombres conocidos de nuestro país de la cultura y otros ámbitos, han querido fomentar, sin que se sepa muy bien el motivo. Hay que ver el daño que tanto unas cosas como las otras están causando a lo largo y ancho de éste planeta y que tan duramente ha golpeado en nuestro país, porque solo hay que ver las cifras para darse cuenta de ello. Pero, de momento, dejaremos ése tema.
Utilizamos cookies para mejorar su experiencia y nuestros servicios, analizando la navegación en nuestro sitio web. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información pulsando aquí:.Saber MásAceptar
Cookies
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.