12 C
Pontevedra
Venres, 26 de Abril de 2024
Máis

    Focaccia sin gluten

    La cocina italiana es, sin duda, una de las más conocidas y queridas en el mundo. Personalmente tengo que reconocer mi debilidad por la pizza, la lasaña… ¡los canelones me entusiasman!… La pasta es uno de mis platos preferidos, en cualquier modalidad, aunque sea acompañada solamente por una rica salsa de tomate, o fría en ensalada, o con verdura… En fin…

    Pero hoy no vamos a hacer pasta (otro día). Hoy vamos a hacer Focaccia, un plato con unos ingredientes de base muy similares a la pizza, pero con una elaboración diferente. Una vez que me he decidido a hacerla, y que he visto el éxito en casa, la he añadido a esos platos italianos que disfruto y que espero que también disfrutéis vosotros.

    ¡Vamos allá!

    INGREDIENTES

    (ojo; si hay alguna persona celíaca aseguraos de que todos los ingredientes estén libres de gluten y sean aptos para celíacos)

    • 500 g harina sin gluten (yo utilicé Mix B Schar)
    • 10 g levadura seca
    • 400 ml agua
    • 10 g sal
    • 10 ml aceite de oliva virgen extra (cuanto más rico el aceite, más rica la focaccia)
    • Aceite para untar el molde y la masa

    ELABORACIÓN

    • Colocamos la harina, la levadura y 350 g del total de agua en un cuenco. Amasamos con amasadora o a mano durante unos minutos.
    • Añadimos el aceite hasta que se absorba, y a continuación los 50 g de agua restantes.
    • Mezclamos bien.
    • Agregamos la sal. Hacemos una bola con la masa y la engrasamos con el aceite.
    • Forramos el molde o bandeja de horno con papel de hornear y untamos con aceite de oliva.
    • Extendemos la masa con los dedos (marcamos unos hoyitos con los dedos a lo largo de la masa), la untamos generosamente con aceite y espolvoreamos escamas de sal.
    • Dejamos que repose en el horno a unos 28º durante unas horas para que fermente y duplique su volumen.
    • Precalentamos el horno a 180º y cocemos la masa durante unos 25-30 minutos.
    • Sacamos la focaccia del horno, espolvoreamos con ramitas de romero fresco y la dejamos templar.

    Hasta aquí tendríamos ya hecha una focaccia clásica, pero podemos hornearla con mitades de tomatitos cherry (y completar una vez fuera con unas lonchas de jamón serrano), o añadirle al final de la cocción unas aceitunas negras, queso de cabra o queso feta y tomates secos (previamente hidratados durante unos 10 minutos en agua templada); también podemos probar a añadirle cebolla caramelizada y queso de cabra…

    ¡Espero que os guste!

    La masa está hecha a partir de esta receta.