12.4 C
Pontevedra
Sábado, 20 de Abril de 2024
Máis
    HomeColaboraciónsSalud, deporte y sociedadLa liberación está a 25 metros

    La liberación está a 25 metros

    En algún artículo anterior hemos recogido las bondades del deporte máster. Ese conjunto de disciplinas agrupadas en diferentes categorías que, lejos de dejar atrás a nadie, se enorgullece de contar con practicantes de edades avanzadas.

    El movimiento Máster, debilitado durante la pandemia por la interrupción de la actividad deportiva y las restricciones posteriores, estaba ávido retomar los entrenamientos, los viajes, las competiciones…la vida. Y en lo que a la natación respecta, el Campeonato de España “open” de invierno estaba llamado a confirmar el estado de ánimo y la salud de esta disciplina.

    Como en otras ocasiones, Pontevedra, ciudad cada vez más identificada con la celebración de eventos deportivos, sería la encargada de acoger esta cita nacional. Cuatro días de competición, del 3 al 6 de marzo, en piscina de 25 metros que no defraudaron a nadie.

    Comenzar a practicar deporte cuando ya se han dejado atrás varias décadas de vida supone un logro, un éxito personal. Practicar deporte teniendo como objetivo, además, entrar en competición y medir tus progresos frente a otros rivales tiene un aliciente extra que atrapa y motiva. Aunque a veces esto no se identifica a las primeras de cambio.

    Empujado, más que por iniciativa propia, acabé inscrito en este campeonato. La sociedad, nuestro modo de vida, la industria de la imagen, la moda, las redes sociales, nuestro entorno…casi todo nos genera un apego invisible al miedo a fracasar y hacer el ridículo. Y es difícil dar un paso al frente, soltar el ancla y liberar los prejuicios que nos atenazan.

    Yo tampoco me libro de estos miedos (con pensamientos como: marcas mediocres, ser el último clasificado, hacer el ridículo, etc.).

    Por todo esto, sin ese empujón (que ahora agradezco) no habría vivido esta experiencia increíble.

    Para empezar, a nivel deportivo. Más de 1200 nadadores y nadadoras, de 161 clubes, estaban inscritos para participar en este macroevento deportivo. Los hoteles, restaurantes y comercios en Pontevedra notaban el impacto del turismo deportivo. Durante las 4 jornadas de competición se batieron varios récords nacionales y algún, atención, récord de Europa, lo que da idea de la calidad de los deportistas que participaron, entre los que se encontraba alguna ex nadadora olímpica.

    Por otro lado, a nivel sociocultural. Tanto la grada como la cámara de salidas era una amalgama de nadadores y nadadoras de diferentes comunidades, ciudades y clubes con los que compartías los momentos previos a saltar al agua. Esos instantes, habitualmente tensos, eran increíblemente más relajados. Allí se respiraba un ambiente de compañerismo, cercanía y amistad. Todo el mundo aprovechaba para identificar en el gorro o la camiseta del club, y preguntar en qué ciudad estaba, en qué provincia, a qué te dedicabas, cómo y cuándo habías comenzado a nadar…como digo, era todo un ejercicio de relajación previa recomendable para eliminar nervios.

    Por último, a nivel personal. Estoy seguro de que todos los participantes en esta prueba sacaron conclusiones muy positivas. Yo también. Enfrentarte a tus miedos sin complejos, sólo con la mirada puesta en dar lo mejor de ti es un ejercicio de crecimiento recomendable a cualquier edad y en cualquier ámbito. El deporte es una herramienta muy útil para soltar lastre y ganar confianza, y trasladar esta máxima a todas las facetas de tu vida. Te ayuda a darte valor, a respetarte y a respetar a los demás. Y como muestra de respeto y reconocimiento, vaya desde aquí mi admiración al Club Jerez Máster, capaz de desplazar a más de 100 deportistas a Pontevedra para esta prueba (de Cádiz a Galicia), y a los nadadores más longevos, algunos con 95 años cumplidos, que son el ejemplo palpable de que querer es poder.

    Concluyo agradeciendo al equipo Máster del CN Ponteareas, que me acogió cuando ya era mayor, la posibilidad de conocer este deporte más a fondo, de compartir con ellos entrenamientos, viajes y competiciones, y de formar parte de su pequeña gran familia.

    Junto a otros muchos clubes de nuestra comunidad, representamos con enorme ilusión a la natación gallega en este campeonato de España. Para mí, estar allí, ya fue toda una hazaña. Ahora bien, como del pasado no se vive, el lunes volvimos a la piscina a entrenar, a recorrer esos 25 metros infinitos. Porque lo importante no es llegar, sino mantener el impulso vivo.