Parece que el clima ha decidido crear una nueva estación, al menos por esta zona, y ya hace un tiempo que se viene hablando del «veroño»; esperemos que estos cambios no acaben alterando tanto el medio ambiente que desaparezcan nuestros productos de otoño, tan ricos como la protagonista de nuestra receta de hoy, la calabaza.
Vamos a utilizarla para hacer un bizcocho jugosísimo, muy sabroso y con un intenso aroma a canela y a naranja. Como siempre, la haremos sin gluten, pero si queréis podéis cambiar la harina por harina de trigo
¡Vamos allá!
INGREDIENTES
(aseguaraos de que son aptos para celíacos)
500 g de calabaza
250 g de azúcar moreno
150 g almidón de maíz (puede ser Maizena)
290 g harina de arroz
200 g de aceite
5 huevos
2 sobres dobles de gasificante (o 3 cucharaditas de bicarbonato)
1 cucharadita de sal
2 cucharaditas de Canela
1 pizca de nuez moscada (opcional)
1 puñado de pasas (opcional)
Ralladura de naranja (opcional)
ELABORACIÓN
Empezamos pelando la calabaza y asándola en el horno envuelta en papel de aluminio; unos 20-30 minutos a 200º serán suficientes. Dejamos enfriar y trituramos (podemos dejar que queden algunos trocitos enteros)
Batimos los huevos con el azúcar
Añadimos la calabaza ya fría y volvemos a batir
Añadimos el aceite y batimos un poco mas
Mezclamos las harinas con las especias, la sal, el bicarbonato o gasificante y la ralladura de naranja
Añadimos a la mezcla envolviendo con cuidado. Si queremos, le añadimos un puñadito de pasas sin pepita
Vertemos la masa en un molde forrado con papel de horno y untado de mantequilla
Espolvoreamos la superficie con azúcar para que al hornearse se forme una costra por la que después nos pelearemos
Horneamos a 180º con calor arriba y abajo durante unos 40 minutos
Dejamos entibiar y desmoldamos, para que acabe de enfriar sobre una rejilla
Podemos tomarlo en el desayuno, o podemos convertirlo en un riquísimo postre, acompañándolo con una crema de queso (podéis ver la receta de la crema de queso en la entrada del Carrot cake o pastel de zanahoria)
Y, si lo prefieres, reparte la masa en moldes pequeños; yo usé unos muy románticos como podéis ver, porque no hace falta que sea San Valentín para tener un detalle “con corazón” 😉
¡Buen provecho!
Receta adaptada del libro «Bizcochos», de Webos Fritos.