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Martes, 19 de Marzo de 2024
Máis

    Mamá

    Cuatro letras de una de las palabras que primero aprendemos, que más pronunciamos a lo largo de nuestra vida y que más seguridad nos transmite. ¡Ay, mamá! Como canta Rigoberta Bandini: “Tú que podrías acabar con tantas guerras…” Benditas madres que desde que nacemos lo dan todo por nosotros. Nos protegen, nos cuidan y nos enseñan. Cuando somos pequeños sabemos que cualquier miedo desaparece cuando nos tienen en sus brazos, que el susurro de una nana al oído es la melodía más tranquilizadora y que, bajo esa protección, nada puede salir mal.

    Las madres son muy sabias. No necesitan que les contemos nada porque solo con una mirada pueden saberlo todo (incluso cuando mentimos, no es fácil engañarlas). Una radiografía del alma a través de la cual pueden ver nuestros miedos, inseguridades y temores. Sus besos en la frente curan todos los males, incluso son medidores de temperatura (hasta que tienes un hijo no desarrollas este súperpoder). Sus abrazos, una vía de escape para los problemas, son sanadores después de una caída, chichón o herida. Sin olvidar que tienen un oído supersónico que, antes de que su hijo llore, ya sienten que algo no va bien.

    ¡Qué bonita conexión, mami! (A la mía siempre la he llamado así) Nunca tendré vidas suficientes para agradecerte tanto. Puedo caer, equivocarme, volver a tropezar de nuevo, pero siempre con la certeza de que estarás a mi lado para darme tu apoyo. Ojalá el día de mañana llegue a ser la mitad de buena madre que has sido conmigo.

    Os pido que a todos los que seais tan afortunados de tenerlas les digáis lo mucho que las queréis y les deis cariño. Muchas veces queremos más de lo que realmente demostramos y, con el paso del tiempo, nos arrepentimos.

    ¡Feliz día de la madre!