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Venres, 26 de Abril de 2024
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    Peregrinos xacobeos na cidade de Tui (X): Bartolomé de Villalba y Estaña

    Á segunda metade do século XVI corresponde outro relato, entre a viaxe e a peregrinación, da autoría de Bartholomé de Villalba y Estaña, un escritor español de Jérica (Valencia) coñecido por publicar un libro de viaxes, en 1577, titulado: El Pelegrino curioso y Grandezas de España. O libro estivo descoñecido ata a súa edición en 1885 por Pascual de Gayangos. É o primeiro libro de viaxes español, realizado polo anhelo, segundo o propio autor, de saciar su ánimo de ver. Pero curiosamente Villalba y Estaña realiza esta viaxe como unha peregrinación, dende a súa casa paterna, como devoto ao sepulcro do apóstolo Santiago. Bartolomé de Villalba tiña que posuír unha boa posición social pois na súa peregrinación é acollido polos sectores sociais privilexiados e mesmo polo Rei de Portugal.

    O libro é moi heteroxéneo, con pezas narrativas e poéticas intercaladas, descricións de lugares, monumentos e cidades. Aflora a miúdo un espírito crítico e mesmo burlón. É especialmente negativa a súa visión de Galicia e os galegos aos que dedica palabras moi pexorativas e mesmo desprezativas, que contrastan cos eloxios cara Castela ou Portugal.

    No seu texto describe o seu paso por terras de Tui logo da súa estancia en Santiago de Compostela encamiñado cara Lisboa, seguindo o trazado do Camiño Portugués. En Tui Bartolomeu Vilalba aproveita para facer un resume das súas impresións de Galicia, caracterizadas polas súas despectivas opinións sobre este país e as súas xentes:

    Al fin se despidieron muy amigos, y nuestro pelegrino quiso dexar ya á Pontevedra, que es tierra de muchos naranjos, y sus calles están enlosadas como en Compostela, y ansí partió para Redondela, villa de una gente muy honrada. De allí fué á Tuy , ciudad de quatrocientos vezinos, cabeza de obispado, y su población también, que bien puede decirse que toda Galicia poseen prelados. En la catedral está el cuerpo del glorioso Fray Diego Gonzalez, en una capilla en que hay sacramento reservado. Es sancto tenido en gran devoción por la mar, á quien marineros ofrecen muchos dones. Llamanle el Sant Elmo, el cual es cierta señal que veen en las naves que promete seguridad. No es esta quistion sumaria; dexemosla y vamonos con nuestro pelegrino, que hazia oración al Santo; en el qual también hay opiniones sobre si era bernardo ó si era dominico, porque hoy se le halla con habito blanco y escapulario negro. Lo más cierto es que fué dominico.

    Igrexa do convento de San Domingos. Tui

    Está Tuy proveyda de una buena huerta; tiene un monesterio abaxo, que es de dominicos, y está situada en el fin de Galicia, cuyos términos parte con el reyno de Portugal un caudaloso rio llamado Miño, y pues con esto damos fin á este reyno de Galicia, es bien decir del algo de lo que nuestro pelegrino coligió, á saber: que es tierra muy abundosa de carnes y de todo genero de aves, y más barata en este particular que todos los demás reynos de España. Hay abundancia de fructas campestres de todo genero, gran fertilidad de aguas y muy buenas; mas con todo es tierra áspera y fragosa; comen muy vil pan, al que de ordinario llaman centeno, aunque ya la gente hidalga come pan blanco porque aquel otro es verdaderamente ynsufrible. Su trato y modo de bivyr es poco pulitico; la tierra poco poblada y muy desierta por la manera en que ellos biven; pues quitadas las ciudades y villas opulentes, habitan unas caserias y cortijos, que aquí son seys casas, allí diez, cubiertas de paja y mal aliñadas, como ya tengo dicho en otra parte. En medio de quatro ó cinco albergues de estos, tienen una iglesia que es su parrochia, y allí acuden los dias obligatorios. La nación plebeya es gente desaliñada, malos trabajadores, de donde les vienen las muchas hambres que padescen de pan, por no cultivar el fértil termino que gozan. Son muy epicúreos, glotones y zelosos, y tienen poca lealtad. Son ynclinados á los homicidios y carnalidades, y todo esto causa la galloferia; mas tienen en sus términos caças de todo genero, ansí de salvagina, como de venados y aves de vuelo; aunque quitados los señores de títulos que allí hay, la exercitan pocos. Es tierra abundante de pescados, que por toda la falda de Galicia hay mar Océano, y ansí todo genero de pescado muere allí en gran abundacia. Tienen particularmente un genero de nabos, los más estraños del mundo, porque el Pelegrino vio nabo que dos hombres juntos tuvieran mucho que hazer para abarcarlo. De ellos se hazen asientos para cabe el fuego, porque son en estremo gruesos y al mismo tiempo de buen gusto; y en ynvierno sirven de pasto al vacuno y á otros animales. La moneda desta tierra es la mesma de Castilla, escepto que cuentan por pares las blancas, y tres dellas hazen un maravedí, aunque maravedí no le hay, si bien se cuenta por él, pues no hay sino blancas, medios quartos, quartos, quartillos y el real que anda por todo el mundo.

    Las demás cosas de Galicia ya atrás quedaron apuntadas, pues conforme nuestro estilo basta lo hecho, advirtiendo que de todo lo malo de Galicia estan exemptos los hijos de algo y nobles, porque cierto hay en ella buena gente.

    Mas para que veáis si tenia razón el Pelegrino para estar disgustado de Galicia, os diré que sucedióle con Pedro Grisaldo, un alcalde inconsiderado, cierto disgusto injusto y en extremo pesado, porque contra toda ley y razón, al tomar el registro, usó con él todo lo que un villano puede hacer, que es alargar la mano contra un hidalgo, y tanto, que los gallegos se apiadaron del. Mas tomándolo el Pelegrino con paciencia, dio parte de su ynjusticia al prior de Santo Domingo; y sin voluntad del alcalde, el juez, que era hombre de bien, le desagravió y dio pasaporte, porque es necesario en esta ciudad registrar todo lo que se pasa á Portugal, sea lo que fuere. Ansí, pues, dexando á Tuy y á Galicia, fuese con su compañero á embarcar, y tan contentos estaban navegando el rio, que los dos començaran de cantar estas octavas:

    Galicia, á Dios te queda, que te juro
    que si al Patron de España no tuvieras
    metido en Compostela, á buen seguro
    que jamas en tus términos me vieras.

    Podria ser que en tiempo, que es futuro,
    me vuelva á pasear por tus riberas,
    mas yo te desengaño, no es por verte ,
    que oirte no querría ni aun olerte.

    Si las camas tuvieras de Valencia,
    su limpieza, jardines, campos, flores,
    de Toledo y Sevilla su opulencia,
    en el trato y comidas, y primores
    de Granada y su vega, y la excelencia
    de Castilla la Vieja en labradores,
    por ver estos regalos te buscaran
    y quiza del Patron no se curaran.

    Mas Cristo, nuestro bien, al primo amado
    honró con sepultarle en tí, Galicia,
    para que con afán sea buscado
    el capitán de España y su milicia.

    De salvajes y paja te ha cercado
    y de otros mil trabajos con justicia,
    porque por Sanctiago solo vengan,
    y visitado, en ti no se detengan.

    Río Miño ao seu paso por Tui

    Y al dar la barca con la popa en tierra, acabóse el canto, y puso el Pelegrino pie en la Lusitania (…) Con denuedo y nuevo esfuerço comenzó nuestro pelegrino a caminar hazia Valencia do Miño, paresciendole que salia de la captividad de Egipto y entraba en tierra de Promisión (…) Hay poco trecho del río al pueblo, llegaron á Valencia del Miño, población de mil vezinos, y de una gente benigna, muchos ydalgos, copia de caballeros y escuderos vestidos de vayeta (…) Pues de esta primera población, partió nuestro pelegrino á una montaña harto aspera, donde hay un regaladissimo convento , del seraphico padre Sanct Francisco de descalzos, con trexe religiosos o poco más

    Habiendo despues tomado la bendición de los padres el Pelegrino, partieronse el y su compañero para Pontellima, bien cercada y que muestra ser de hasta quatrozientos vezinos.

    O relato ofrece varios datos de interese, como é o control de paso pola fronteira que competía ás autoridades municipais (e daba lugar a abusos e problemas). Pero mais aló das opinións do peregrino Villalba y Estaña, certamente pouco favorables a Galicia e os galegos, comprobamos como, na segunda metade do século XVI, a ruta de comunicación entre Galicia e Portugal segue sendo a que determina a orografía, cruzando o Miño entre Tui e Valença.